Liderazgo sindical: la visión humana y empresarial de los trabajadores.

Alejandro Martínez Araiza

Alejandro Martínez Araiza ha trabajado desde siempre por impulsar que la persona, el ser humano, esté en el centro de las decisiones y las acciones en la sociedad. ¿Cómo? A partir del deseo de ser mejor.

Hoy lucha para que la esencia humana esté en el centro de las estrategias laborales y empresariales.

Alejandro proviene de esa forma de vida que a veces parece desdibujarse en México: la cultura del esfuerzo por alcanzar metas y construir un mejor futuro para la familia. Creció en un hogar obrero con el objetivo de estudiar y trabajar, como muchos niños, para alcanzar sus metas. Alejandro lo resume así: “De parte de mi padre, me anteceden tres generaciones de trabajadores en fábricas. De parte de mi madre, campesinos, costureras y músicos de iglesia. No contábamos con muchos recursos económicos, pero mis familias me enseñaron, con su ejemplo, que el deseo de aprender combinado con disciplina y trabajo duro era el mejor vehículo para lograr todo lo que me propusiera y más. Que la pobreza y falta de preparación académica no es excusa para no crecer y triunfar”.

A los 12 años, tuvo su primer empleo, cantante y tecladista de un grupo para fiestas y eventos empresariales. Ahí, combinando ambientes laborales y festivos, descubrió la importancia de las dinámicas que surgen en una comunidad y de la relevancia de la familia como núcleo sostén de la sociedad mexicana. Desde muy chico entendió que a través de la música y la cultura se pueden crear vínculos fuertes y duraderos.

Alejandro eligió dos trincheras: la social, de la mano de los trabajadores; y la cultural, de la mano de la música: una de las artes que más se acerca a la esencia y el espíritu del mexicano.

En la trinchera de lo social, Alejandro representa la evolución del sindicalismo en México con una visión contundente: la construcción de ambientes laborales productivos para el trabajador y la empresa a partir de la prevención de conflictos, la reconciliación laboral, la innovación y una cultura de negocios que reconozca al empresario y al trabajador como socios estratégicos en empresas humanas y sustentables.

Es uno de los líderes sindicales más jóvenes en nuestro país. Representa a más de 22 mil familias mexicanas en el Sindicato Nacional Alimenticio y del Comercio (SNAC) y Sección Once de la CTM, impulsando que el humanismo pragmático sea la guía para apoyar a los trabajadores, así como el crecimiento y desarrollo de las familias y empresas mexicanas.

El líder de 37 años electo históricamente por medio del voto directo, libre y secreto. Ha logrado romper, desde el SNAC (que celebra el inicio de su siguiente centenario) el paradigma de los sindicatos a partir de su propia experiencia de vida.

Para forjar su formación social, cursó cuatro años en una carrera combinada de Administración, Economía, Ciencias Políticas y Sociología; previamente había concluido la carrera técnica como Programador Analista.

Profundizó en su visión académica su pasión por la cultura: cursó la carrera y estudios de posgrado en Música en Múnich y Sttutgart, Alemania. Aprovechando las bondades de tener familia migrante residente en ese país y el sistema universitario público gratuito que valora e incentiva al estudiante extranjero de excelencia.

Una vez más, sintió que su compromiso como sindicalista no lograría llevar al ser humano al centro de las acciones laborales y del sector privado si no daba un paso hacia la comprensión de los ambientes empresariales. Se integró, becado, al curso de Alta Dirección de Empresas en el IPADE, que incluyó un viaje académico en la afamada Haas School of Business de la Universidad de Berkeley en California, título que lo convirtió en el primer sindicalista mexicano en pasar por las aulas de esas instituciones para ejecutivos con experiencia, imprimiendo en el debate académico del salón de clases su visión social y humana.

Martínez sabe que la innovación es clave para tener éxito, «adaptarse o morir», motivo por el cual ha estudiado también diplomados en esa materia, en Global Management y en Intercultural Training. A la par de su carrera académica, AMA estudió alemán, inglés, francés e italiano, los cuáles habla con fluidez.

Su liderazgo rompe fronteras. Martínez es el primer mexicano en dirigir una asociación estudiantil alemana – fue fundada en 1806 y es la séptima más antigua del mundo-; con una visión inclusiva que le permitió sumar a otros connacionales.

En la trinchera musical, Alejandro pasó de formar parte de un grupo musical para bodas y fiestas empresariales, a ser mariachi y de ahí a la opera. En 2008 se convirtió en el primer estudiante mexicano en cantar en el Munetsugu Hall de Nagoya, Japón y el prestigioso Festival Internacional de Tirol en Erl, Austria.

Fue el primer mexicano becado por la Asociación Richard Wagner de Múnich y la SIAA de Liechtenstein, lo que también abrió ruta a otros mexicanos. Hoy es un promotor de la cultura como camino para fortalecer la esencia humana.

La filosofía de trabajo del SNAC se resume como la visión humana y empresarial de los trabajadores y tiene tres pilares: Primero, evitar la politización, lo que se traduce en armonía laboral e integral. Segundo, partir de la defensa de los derechos laborales como el primer paso para ir más allá: ser un facilitador del crecimiento y desarrollo de los trabajadores. Tercero, ser un habilitador frente a los nuevos retos de las industrias en las que trabajan sus afiliados y en general, del sector laboral.

Los resultados que ha dado a sus afiliados son posibles gracias a que AMA tiene diálogos constructivos y propositivos con todos los sectores de la sociedad y del gobierno; pues tiene claro que la conciliación es indispensable para una fuerza laboral y empresarial sólida en estos tiempos de retos inimaginables.

AMA define así su trabajo: “Mi razón de ser son las familias que represento y mi misión es que en su paso por nuestra institución mejoren su calidad de vida dentro y fuera de la empresa, al tiempo que son mejores personas y ciudadanos”.